lunes, 31 de octubre de 2011

LA CUESTION PSICO-SOCIAL

Si estás persuadido de que la conciencia no existe sin objeto, te cierras a toda experiencia. Eso es lo que ha entendido toda la psicología moderna. Ver algo con absoluta claridad conlleva una transformación. No puede haber transformación si se hace intervenir la voluntad.
La psicología moderna no reconoce una conciencia sin objeto. Pretende incluso que lo que se llama sueño profundo es todavía una relación sujeto-objeto.
Generalmente, sólo nos conocemos a nosotros mismos en las percepciones, en los diversos estados. Sólo conocemos la conciencia de algo, la escucha de algo, pero no conocemos la conciencia pura, sin objeto.
Los pensamientos, sentimientos y sensaciones son objetos de la conciencia y no tienen existencia sin el sujeto que los observa. Puesto que el que percibe nunca puede ser percibido, cuando un pensamiento o percepción apunta hacia el que percibe, te remite al silencio, al ser puro, a la conciencia sin objeto.
Lo que llamamos conciencia sin objeto, unidad, no existe para la moderna psicología. Ignora (o niega), la realidad continua y presente entre dos percepciones o pensamientos.
Una vez que usted se de cuenta de su propio ser inexpugnable, usted estará en paz.
Los psiquiatras tendrán que comprender primero lo que es la mente; no cómo opera la mente, sino lo que es la mente misma. Entonces podría haber algún cambio.
Los sociólogos y los economistas que creen poder corregir el desorden social actuando sobre la colectividad, se imaginan que la inseguridad que causa estragos es independiente del individuo considerado aisladamente cuando de él es de donde sale directamente. No podemos cambiar nada en nuestra sociedad, nosotros somos los que tenemos que cambiar. A menos de que haya orden en usted mismo, no puede haber ningún orden en el mundo.

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