EL DESTINO ES EL PRESENTE

Soundscapes como música generativa en conjunción con temáticas visuales
(y aromáticas quizás), desarrolla el viaje de sonido y silencio.
Lo visual incide como valor de enfoque, como sustento del enfoque.
¿Hacia donde va este viaje? El destino es el presente.
El presente es una cualidad del campo unificado de conciencia, y el silencio es una manifestación de ese campo, por lo cual, silencio se relaciona a presencia y no a ausencia.
El campo de conciencia unificado implica una percepción unificada y una mente sin conflicto.
Cuando Soundscapes se conecta con este campo emerge un sentido de espiritualidad que dentro de una audiencia genera silencio. El silencio de una audiencia es una experiencia integrada que se reconoce a si misma.
Soundscapes es un proceso no un resultado y la partitura es un documento que expone un área del proceso con un desarrollo preciso.
La generación de procesos expone lo que es, e implica una formación del músico que incluye el silencio y la capacidad de improvisación, es decir, un lenguaje rico y diverso, plástico y profundo.
Puede decirse que la creación es un proceso en silencio, una transformación generativa en el presente. La creación se auto-genera y ocurre ahora mismo y es una manifestación del creador: en el arte es una expresión del campo de conciencia, en el universo una expresión de la unidad.